jueves, 21 de mayo de 2015

La importancia de saber hacerse a un lado

En el fútbol, como en la vida, es importante saber cuando sobras en un sitio. La importancia de saber cuándo estás de más marca la diferencia entre conservar la dignidad o no hacer gala de ella. Muchas veces es cierto que la decisión puede depender de los que van de traje pero el jugador siempre tiene opción de salir decorosamente.

Esta temporada, como viene siendo habitual cada mes de mayo, se van retirando esos ídolos de nuestra infancia, aquellos que los que nacimos a finales de los 80 hemos visto debutar, florecer, explotar y finalmente diluirse en ligas competitivas donde los jugadores más jóvenes vienen pisando fuerte. Este mes hemos podido ver futbolistas de la talla de Steven Gerrard o Xavi Hernández darse un baño de masas abandonando el club de sus amores. Ambas dignas despedidas en las que los dos han dicho adiós cual héroes de Esparta antes de partir hacia la batalla.

El inglés fue ovacionado el otro día en su segunda casa, Anfield, ante 44.000 personas y con el You´ll never walk alone de fondo, pelos como escarpias. Momentos que hacen que me pregunte porqué demonios no existirá en el fútbol esa costumbre tan NBA de retirar el dorsal de los jugadores que han sido leyenda en un club.


Esta misma mañana Xavi Hernández anunciaba que abandona el club de sus amores, este fin de semana jugará su último partido como azulgrana después de toda una vida dedicada al FC Barcelona. Durante el partido ante el Deportivo será homenajeado en el Campo Nuevo delante de sus aficionados con vídeo resumen de toda su trayectoria. la cual es de por sí, leyenda, 23 títulos con el Barcelona y 4 con España, el jugador en activo más laureado de la historia.


Para estos dos cracks comienza un futuro envidiable, dos años en ligas menores con sueldos de Premier League, una desintoxicación progresiva y necesaria cuando no has hecho más que jugar al fútbol durante 30 años.

La otra cara de la moneda no podía venir de otro sitio que no fuera el Real Madrid. Ese club del que, salvo Zidane y algún otro, ninguno ha sabido abandonar o ser despedido como se merece por parte de la directiva. Un club que maltrata a sus leyendas haciendo que abandonen el club por la temida puerta trasera. Y este ejemplo no podía ser otro que Iker Casillas.

Tratando de ser lo más objetivo posible, lo cierto es que el capitán blanco lleva un par de años viviendo de "todo lo que nos ha dado". Lo que viene siendo vivir de las rentas, vamos. Su rendimiento ha caído en picado, cosa imperdonable en cualquier empresa del mundo, y en su caso no ha pasado desapercibido para todo el mundo. La pregunta es, ¿se hará Casillas elegantemente o un lado? ¿o intentará exprimir el tiempo que le resta de contrato con su consiguiente sueldo al club de sus amores? La respuesta aún sigue en el aire, pero el mero hecho de dudarlo, le ha restado credibilidad y elegancia. Lo que debería ser una despedida a lo grande, como lo será la de Xavi, será un partido más en el Bernabéu con ese ambiente enrarecido de pitos y murmullos. No habrá vídeos conmemorativos a una trayectoria remarcable, no habrá ni tifos ni mosaicos, solo quizá alguna pancarta de algún aficionado nostálgico.



La diferencia está en la imagen que dejas antes de irte, en el caso del guardameta probablemente sea más parecida a esta.


Brazos en jarras y bronca a la defensa.

Por suerte para el resto de los mortales, nuestra vida laboral no es tan corta como la de un futbolista y aunque finalmente el tiempo nos gane la partida, seguiremos en la brecha muchos años más, creciendo y mejorando progresivamente hasta que un día no toque más remedio que hacerse a un lado y pasar el resto de los lunes al sol.

La vida sigue.